viernes, 13 de febrero de 2009

Wislawa Szymborska

Hoy quiero compartir con vosotros dos poemas de una de las escritoras que más me gusta. Siempre es un placer leerla y, sobre todo, releerla. Esta genial literata no es otra que la polaca Wislawa Szymborska (1923- ). Aunque no muy conocida, lo sólido de su escritura y su carácter socialmente comprometido (en cierto modo, su estilo se haya influido por el realismo socialista), hicieron que obtuviese el Premio Nobel de Literatura en 1996. Disfrutad con ella ;)


LA ALEGRÍA DE ESCRIBIR

¿Hacia dónde corre por el bosque el corzo escrito?
¿A saciar su sed a orillas del agua escrita
que le calcará el hocico cual hoja de papel carbón?
¿Por qué alza su cabeza? ¿ha oído algo?
Sobre sus cuatro patas, prestadas por la realidad,
levanta la oreja bajo mis dedos.
Silencio -palabra que cruje en el papel
y separa las ramas que brotan de la palabra “bosque”.

A punto de saltar sobre la página en blanco acechan
letras que acaso no congenien,
frases tan insistentes
que consumarán la invasión.

Una gota de tinta contiene una sólida reserva
de cazadores apuntando con un ojo ya cerrado,
preparados para el descenso por la pluma empinada
para cercar al corzo y llevarse el fusil a la cara.

Olvidan que esto, lo de aquí, no es la vida.
Aquí, negro sobre blanco, rigen otras leyes.
Un abrir y cerrar de ojos durará cuanto yo quiera,
se dejará fraccionar en entidades minúsculas
llenas de balas detenidas en pleno vuelo.
Nada sucederá si yo no lo ordeno.
Contra mi voluntad no caerá la hoja,
ni una brizna se inclinará bajo la pezuña del punto final.

¿Existe pues un mundo
cuyo destino regento con absoluta soberanía?
¿Un tiempo que retengo con cadenas de signos?
¿Un vivir que no cesa si ese no es mi deseo?

Alegría de escribir.
Poder de eternizar.
Venganza de una mano mortal.


EN LA TORRE DE BABEL

¿Qué hora es? -Sí, soy feliz,

sólo me falta un cascabel en el cuello

que te tintinee al cuello cuando duermas
¿De veras no oíste la tormenta? El viento azotó los muros;
como un león bostezó la torre con su enorme puerta
y sus goznes chirriantes
. —¿No lo recuerdas?
Llevaba un simple vestido gris
abrochado en el hombro. —Acto seguido,
el cielo estalló en infinitas chispas,
—¿Cómo iba a entrar?
¡No estabas solo! —De repente, vi colores
anteriores a la creación de la vista
. —Lástima
que no puedas prometerlo. —Tienes razón,
quizá fue un sueño
. —¿Por qué mientes,
por qué me llamas por el nombre de la otra?,
¿la amas todavía? —¡Oh, sí, quisiera
que te quedaras conmigo!
—No soy rencorosa,
debiera haberlo adivinado.
¿Sigues pensando en él? —No, no lloro.
¿Eso es todo?
—Como a ti, a nadie.
Al menos eres sincera. —Tranquilo,
dejo la ciudad. —Tranquila,
me voy de aquí
. —Tienes unas manos preciosas.
Es una vieja historia, el acero me atravesó
sin tocar el hueso
. —De nada,
querido, de nada. —No sé
ni quiero saber qué hora es
.

3 comentarios:

  1. Gracias por darla a conocer. La verdad es que no la conocía. Tendré que indagar en su estilo es algo extraño, al menos para un profano como un servidor.

    Un saludo.

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  2. De vez en cuando el Nobel tiene estas gratas sorpresas, y más allá de premiar una carrera sirve para darla a conocer... Gracias a esa fama yo compré el Paisaje con grano de arena :) Muy bueno el blog

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  3. Hola Undaiee: Gracias por el comentario. "Paisaje con un grano de arena" no tiene desperdicio :)
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    Bitdrain: recomiendo sinceramente la antología que comenta Undaiee para conocer la obra de Szymborska.

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